Sinsentido: cosa absurda y que no tiene explicación. (D.R.A.E.)

«Todo esto, ¿para qué?»

Al hacernos las preguntas del porqué y el para qué estamos en esta vida puede aparecer el sinsentido de la misma y el vacío que ello produce en nuestra alma. No es necesario experimentar situaciones de sufrimiento máximo para caer en el vacío existencial.

«Cuanto más tengo más vacío me siento» es una expresión común en nuestra vida terrenal.

engin akyurt 2 FACEBOOK unsplashLas posesiones que alcanzamos en esta vida, al igual que la propia vida, son efímeras, pero ello no quiere decir que sean inadecuadas. Naturalmente que es bueno disfrutar de aquellos bienes o logros que uno ha alcanzado fruto de su esfuerzo o regalados por «el destino». El conflicto aparece cuando el logro y la acumulación de posesiones se convierten en un fin en sí mismos. En lo más profundo, lo que existe es una falta de espiritualidad que nos lleva a poner lo material en el eje de nuestra vida. Al hablar de lo material estamos incluyendo no solamente las posesiones de esta naturaleza, sino también el poder, el estatus, el conocimiento y las capacidades intelectuales. Pero partamos de la premisa de que la espiritualidad no ha de estar en oposición a lo material, sino que ambos aspectos de la vida han de convivir de manera armónica en uno mismo.

El vacío puede darse a dos niveles: el primero y más común es el que experimentamos cuando nos identificamos plenamente con el mundo material y nuestras posesiones son la manifestación de nuestro valor; el segundo nivel sería aquel en que, habiendo realizado una profunda introspección, nos lleva a conocer lo que somos en esencia, pero no aplicamos esta sabiduría a nuestro crecimiento personal, sino a sentirnos más elevados que los demás y relacionarnos con ellos desde una atalaya, viendo a nuestros semejantes inferiores a nosotros. Cuando nadamos en la abundancia ya sea material o espiritual, la identificación con ella nos lleva a la vanagloria y ésta directamente al vacío existencial; de forma similar, cuando nos identificamos con la escasez espiritual o material aparece el sentimiento de no ser merecedores y nos conduce al sinsentido de nuestra vida.

Tanto tengo, tanto soy, luego tanto valgo, es la ecuación que nos conduce al sinsentido. Nos lleva a tratar de configurar nuestra personalidad solamente hacia lo exterior y entonces se produce la paradoja de que cuanto más poseo, más vacío me siento.

El polímata Blaise Pascal lo expresó así: «En el corazón de todo hombre existe un vacío que tiene forma de Dios. Este vacío no puede ser llenado por ninguna cosa creada.»

Escapar de este sinsentido requiere una enorme dosis de humildad combinada con una adecuada autoestima. Humildad, para reconocer que somos minúsculos ante la Creación y que nada de lo que creemos poseer nos acompañará eternamente. Autoestima, para querernos a nosotros mismos como paso previo y necesario para poder querer al otro y para no caer en la falsa modestia de no valorar nuestra aportación a esta vida.

© Con Alma Terapeutas 2023

Puedes suscribirte a nuestro blog a través de este enlace https://conalma.eu/blog/ y recibir nuestras publicaciones en tu correo electrónico.